Castillo de Santa Olalla del Cala .
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El castillo de Santa Olalla del Cala es una fortificación situada en el casco urbano de la localidad onubense de Santa Olalla del Cala, España. Sus restos cuentan con la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo de Santa Olalla del Cala fue mandado construir por Sancho IV el Bravo en 1293, mediante albalá firmado en Toro el 4 de noviembre. Su construcción, coetánea a la del castillo de Cumbres Mayores, supuso la consolidación de una línea defensiva de frontera en las estribaciones occidentales de Sierra Morena, conocida como la Banda Gallega.
Levantado en pleno periodo de revueltas sobre la llamada «cuestión del Algarve», el castillo se refuerza posteriormente en varias ocasiones: en 1386-87 a consecuencia de las invasiones territoriales de las Órdenes Militares por Extremadura y la histórica cuestión fronteriza hispano-lusa; y en 1466-67 ante la inestabilidad política del Reino de Sevilla y la guerra civil castellana de Enrique IV y el infante Alfonso y los constantes ataques de los golfines, malhechores de la Baja Edad Media que deambulaban por la sierra asaltando propiedades y castillos. En 1653 el castillo pasa a ser propiedad de D. Juan Ventura Tirado Leiva, señor del Castillo de las Guardas, quien compra a Felipe IV la villa de Santa Olalla y sus aldeas (El Real de la Jara y El Ronquillo) para convertirlas en señorío. Este será recuperado por el Concejo de Sevilla en 1794 al hijo de aquel mediante expropiación.
Atravesada por la Vía de la Plata -histórica ruta de comunicación norte-sur y de trasiego de minerales, mercancías y ganados- el sitio de Santa Olalla ha representado un hito milenario de asentamiento, de dominio y defensa del territorio, incluso durante la invasión francesa cuando en 1809 ocupa el castillo un Regimiento de la Infantería de Marina para defender esta vía de penetración a Andalucía.
Las diversas campañas arqueológicas realizadas han documentado un periodo de ocupación del cerro donde se asienta el castillo desde el Paleolítico hasta el periodo Alto Imperial romano, de forma continua. Ocupado en la Edad del Bronce (1700-1100 a. C.) destacan también los materiales de la Edad del Hierro I y fundamentalmente del Hierro II que evidencian la existencia de un castro de la Beturia Céltica. Igualmente, están presentes otras culturas como la turdetana, romana, almohade y por supuesto, la cristiana desde el siglo xiii. La disponibilidad de recursos hídricos y la fertilidad de la tierra, la presencia de minerales de hierro y cobre, una orografía dominante y la situación geográfica de Santa Olalla (uno de los pasos naturales de comunicación entre la Meseta y el valle del Guadalquivir) han sido las claves para que el lugar represente hoy día un histórico enclave geoestratégico y un notable yacimiento arqueológico.
Durante el siglo xix y principios del xx, el castillo se convierte en cementerio municipal ante la falta de otro lugar donde trasladar el carnero de la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción situada a escasos metros. En 1917 se clausura el Camposanto y el castillo entra en un periodo de abandono y constante expoliación que generará su ruina hasta finales del pasado siglo xx.
A finales del xx, el castillo de Santa Olalla del Cala se arruina definitivamente con el desplome de la Torre X y los paños contiguos de la muralla NE, a consecuencia de las fuertes lluvias y la caída de un rayo sobre dicha torre. Las transformaciones ejercidas en las murallas para el alojo de nichos funerarios en el siglo xix -a veces en sentido transversal a los núcleos-, las exhumaciones durante casi 40 años desde su clausura como cementerio municipal en 1917, la consecuente colmatación de tierras y escombros a pie de muro y los constantes expolios de materiales -sobre todo en los años de posguerra-, supusieron un estado lamentable de ruina y la preocupación de las autoridades locales y vecinos por más pérdidas irreparables, a finales de la década de 1980.
Por este motivo, entre 1989 y 2002, se llevarán a cabo varias fases de estudios previos arqueológicos y las primeras obras de consolidación y restauración, dirigidas por la arquitecto Dª Inmaculada Jiménez Aguilar, cuyo cometido sería el atajar la ruina.
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Santa Olalla de Cala
Huelva
21260
España