La Fragua de Carrascal del Río , Segovia .
La fragua de Carrascal es un pequeño edificio de planta rectangular y cubierto a dos aguas. Conserva el fuelle de madera y cuero que se usaba para avivar el fuego; la fragua propiamente dicha, sobre la que se sitúa la campana para facilitar la salida del humo; y el pilón, donde se daba el temple.

Generalmente conocemos como fragua al taller donde desempeñaba su oficio el herrero tradicional.

Sin embargo, fragua es tan solo la parte en la que se quemaba el carbón y se depositaban las piezas de hierro para que alcanzaran la temperatura adecuada para modelarlas.

Éste es un pequeño edificio de planta rectangular y cubierto a dos aguas, que tiene entrada y ventana por el hastial que da a la calle.

Otros elementos del taller del herrero eran el yunque, donde se forjaban las piezas a golpe de martillo y la mesa con sus mordazas.

Entre las herramientas usadas, hay que destacar las que sirven para golpear (marro, macho y martillos), para sujetar (tenazas de distintas formas), para perforar (berbiquí y taladro) y otras como el cortafríos, el cincel, el compás, el metro de fleje o el calibrador.

Los herreros desempeñaban un papel fundamental en la economía de los pueblos, pues fabricaban muchos de los aperos de labranza, las partes metálicas de los carros, herraduras para los animales… En ocasiones ejercían también de herradores, como queda patente en muchos pueblos donde aparecen juntos la fragua y el potro.

La Fragua de Carrascal del Río es una interesante parada en vuestras rutas en moto por Segovia si os gustan los oficios tradicionales y la historia de nuestros pueblos.